viernes, 21 de febrero de 2014
lunes, 10 de febrero de 2014
JORGE RIECHMANN - HISTORIAS DEL SR. W.
Dejamos
que
se
fueran cayendo
las casas de los padres
abandonamos los huertos
Ruinas de adobe aragonés
en los campos vacíos
ruinas de piedra castellana
en el páramo limpio
ruinas de sal y sueño. Perdimos
la dignidad de los pobres
sin ganar el aplomo de los ricos
Pensando que ascendíamos
nos dejamos caer
más abajo reabajo requeteabajo
Asfaltamos hasta las grietas del alma
pensando que llegábamos a alguna parte
Nos creíamos modernos desarrollados libres:
no éramos nada más que nuevos ricos
envilecidos un poco más cada día
La libertad sigue siendo proyecto
y echamos
tanto de menos la fuerza de soñar
*****
El
cuerpo
perfecto
en el coche perfecto
dentro del garaje perfecto
junto al chalé perfecto
bien protegido por los guardias de seguridad
perfectos
y compartido con la pareja perfecta
que acaba de regresar de la compra perfecta
dispuesta para el paseo por la urbanización
perfecta
mientras se hacen planes para el veraneo
perfecto
y se evalúan las notas perfectas de los
vástagos perfectos
que estudian en el colegio privado perfecto
y para lograr todo eso
corres sin moverte del sitio
como el ratón enjaulado en su rueda giratoria
O eso
o aceptar la realidad
*****
Venimos de un desastre,
vamos a una catástrofe
¡Pero vivimos en un mundo
donde existen el beso
y el gazpacho!
Una y otra vez
momentos absolutos de belleza
amor
sosiego
*****
Leer
como quien paseando por la playa
de vez en cuando se detiene
a recoger una concha muy hermosa;
y escribir
tampoco es tan distinto
*****
No
escribimos
para ganar un concurso de belleza:
escribimos para vivir
*****
Tantas ilusiones
del ser humano sobre su frágil condición:
pero somos anfibios
anfibios
entre el agua y la tierra
entre la tierra y el aire
entre el aire y la letra
anfibios entre memoria y deseo
entre el dolor y la lógica
entre la luz y tus párpados
anfibios entre el tiempo irreparable que no vuelve
y la repetición de las rutinas del absurdo
o del amor
*****
Wrongo ha extraviado
su reloj de pulsera
Es cierto que puede ir consultando la hora
aquí y allá
––y por cierto que no deja muchas veces de hacerlo—
Pero le sorprende constatar
que sin el pequeño parásito de acero que siempre
le mordía la muñeca
Jorge Riechmann
HISTORIAS DEL SR W.
Ediciones La Baragaña
ANTONIO ORIHUELA - POESÍA COMPLETA - ESPERAR SENTADO
Le enseño mi último poema.
Me dice que me espere,
que se le va el fuego.
Le espeto su falta de delicadeza,
su sospechoso amor a la literatura.
Me dice que no lo volverá a hacer.
Pasan los días
harto de comer comidas quemadas.
*****
Mi madre me estaba dando el pecho
cuando mi padre consiguió un trabajo
del que no se movió en treinta años.
Imaginó, que a cambio de su fidelidad,
la empresa le gratificaría, cerca de su jubilación,
con un reloj de oro, una placa o un viaje a Torremolinos,
pero no, le dieron una patada en el culo
y a base de cambiarse de nombre,
resulto, que después de treinta años
mi padre no había trabajado allí ni treinta días.
Cada mañana, para el control de parados,
nos presentamos juntos en el INEM,
primero le nombran a él
y después me nombran a mí.
Hay gente que se siente satisfecha viendo a sus hijos imitarles,
me pregunto qué opinará él de todo esto.
*****
morirá feliz y atado a sus árboles y su barbecho,
volviendo a casa en su mula,
dormido en el sofá frente un documental de bichos en La 2.
Habrá arena en sus botas
unas humildes botas de mercadillo
de las que guarda tres pares nuevos e idénticos.
Morirán muchas cosas, grandes trozos de nosotros,
cuando la muerte se vista con él.
Mi madre lo mantendrá vivo
mientras se repitan, iguales,
las nieves, las flores, las cosechas.
*****
que se te ha disparado el azúcar
y la tensión va a su puta bola
dispuesta a joderte el corazón en cualquier momento,
y además está lo del hígado, los pies, los pulmones...
y aun así
brilla en tus ojos
la extraña luz de los rebeldes.
Me dices que aquí no te va quedando nadie,
que tal vez te bajes al sur, con tus hijos,
definitivamente.
Me dices que España es una caverna
habitada por cuarenta millones de cadáveres.
Me dices que estás paseando por Picadilly
debajo de una gabardina
y llevas un ómnibus rojo en el bolsillo para tus hijos.
Me dices que en medio de la escasez y de las sombras
has decido casarte con una comunista
por la Iglesia.
Me dices que es domingo
y hombres sonrientes,
con un mundo nuevo en los corazones,
se agitan dentro de monos azules
y marchan hacia el Alcázar.
Me dices que estás jugando con metralla
en el último agujero de obús
en el Parque del Oeste
en el frente de Madrid.
Me dices que eres un niño,
pero yo
solo veo
a un hombre
que se está muriendo.
*****
Ahora que todo arde,
te hablaré de los inocentes dentro de los inocentes.
En mitad de un arroyo
dos ciervos se miran
cercados por las llamas.
Un fotógrafo
está a punto de ganar un premio.
*****
Escribir poemas como comprar el pan
esperando que nutran y alimenten,
ojalá el poema me ayude a respirar y arder.
Escarbar palabras, agujeros, laberintos,
mientras gruñe alrededor el lobo.
La palabra es un cepo oxidado y yo
un cazador torpe en la nieve hostil,
en el torno del alfarero,
en el yunque del herrero de los huesos,
en el collar de la negra de calaveras erradas,
a la búsqueda de sendas propicias
y semillas silvestres.
Pájaro del viaje de hilo
dónde quiero ir
dónde quieres ir
adónde crees que vas a llegar
voy a susurrarte que nada existe
para defenderme de ti.
Antonio Orihuela
Esperar sentado (Poesía completa 1992-2012)
Ediciones La Baragaña
862 páginas.
lunes, 3 de febrero de 2014
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